martes, 27 de mayo de 2008

La Domótica en la Ciencia Ficción

Desde siempre la Domótica ha sido considerada como algo “futurista”, un símbolo de comodidad y tecnología punta que todas las casas del futuro tendrían. Por ello, el cine y la televisión a menudo han imaginado como serían las casas del futuro, lo que es una buena fuente de información a la hora de ver cómo ha evolucionado el concepto de casa del futuro a lo largo de la historia.

Yendo a los inicios de la ciencia ficción (décadas 20 a 60, aproximadamente) la idea que se tenía de comodidad en el hogar venía a ser tener un robot que hiciese el trabajo por nosotros, cuidado de la casa y de los niños mientras la familia podía dedicarse tranquilamente a leer o a sus labores. En definitiva, tener a alguien que realizase el trabajo por ti. En esa época los robots eran la “moda” imperante, así que no era raro que se empleasen como ayudantes en el hogar (tómese de ejemplo el de Forbidden Planet). Con el paso del tiempo, no obstante, se vio que la tecnología para hacer robots distaba mucho de ir tan rápido como se esperaba, y además vino unida a un cambio de mentalidad a la hora de ver el hogar del futuro: en lugar de tener lo que al fin y al cabo era otro miembro de la familia trabajando por ti, se cambió a la concepción de que fuesen los propios objetos de la casa los que trabajasen por ellos mismos.

Además de esta automatización de los electrodomésticos también se empezó a introducir poco a poco el concepto de elementos de decoración que harían más agradable la estancia, algo que seguramente vino provocado por la concepción pesimista que se tenía por aquel entonces (alrededor de los 80) del futuro. Las casas quizás serían pequeñas y las ciudades oscuras, de ahí que los elementos de hogar no solo trabajasen por sí solos, sino que además hiciesen el hogar más agradable a sus ocupantes. Un ejemplo de ello es la casa de Desafío Total, en la cual el televisor (integrado en la pared, en lugar de como elemento “separado” del hogar) también servía como emisor de imágenes paisajísticas, útil para decorar un hogar, por otra parte, bastante gris.

A partir de esta época la filosofía de la domótica en el séptimo arte y la televisión cambió de tener un elemento “externo” al hogar (los robots) a la automatización de los propios elementos del mismo, así como a la inclusión de la comodidad y la ambientación como factores a obtener en una casa “futurista”. De un tiempo a esta parte las casas futuristas se han caracterizado por tener todos los electrodomésticos automatizados, así como una decoración elegante que hiciese el hogar más agradable.

Ahora que, como dirían algunos, “el futuro ya está aquí”, tendemos a imaginarnos los hogares domóticos como elementos completamente automatizados, generalmente controlados por una “inteligencia” central que se encargue de todo el trabajo duro. Este concepto se ha visto en algunas series como los Simpson o Eureka, en los que la inteligencia de dicho controlador central llega al nivel del de un ser humano.



Curiosamente, cuanto más inteligente es este “controlador” más probabilidades hay de que intente matar a los ocupantes de la casa…

La Inteligencia ambiental, por otra parte, no ha sido tan tratada en el cine y la televisión, pero no por ello deja de tener buenos ejemplos de lo que consideramos que nos depara el futuro. El mejor de todos es el caso de Minority Report, más exactamente la escena en la que el protagonista camina por un centro comercial y las cámaras, escaneándole los ojos, le ofrecen publicidad directamente (algo poco útil cuando te busca la policía, por cierto).



En resumen, a lo largo de la historia de la ciencia ficción la idea de hogares futuristas ha ido cambiando sustancialmente según la tecnología avanzaba (o no lo hacía como se esperaba), desplazándose de elementos externos al hogar que realizaban todo el trabajo (autómatas robotizados) a ser los propios elementos del hogar los que funcionan solos. También, se ha ido incorporando poco a poco la idea de que un hogar no debe simplemente funcionar “sólo”, sino que también deber hacer la vida más agradable al usuario, así que cada vez más se ven elementos en el hogar dedicados a ello. El cine y la televisión, que muchas veces son un indicador de hacia dónde irá la tecnología en el hogar, no dejan de adaptarse al pensamiento más habitual así que, lo más probable, es que cuando vivamos en una casa “del futuro” ya la hayamos visto antes en las pantallas.


Permanezcan atentos.

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