" I can't get no satisfaction,
I can't get no satisfaction.
'Cause I try and I try and I try and I try.
I can't get no, I can't get no..."
No hay nada mejor para empezar el día que tu música favorita sonando en el despertador.
- ¡No, por favor, las persianas no!
- Sabes que tienes que levantarte, tienes que ir a trabajar.
Me levanto a regañadientes y le pido a SARAH que no ponga muy fría el agua de la ducha y que hoy me apetece café con churros para desayunar.
- Acabo de revisarte la tensión y está un poco alta, así que mejor, un zumo con un poco de fruta.
Nunca gano cuando discuto con ella. Me pego una ducha rápida, como una manzana y me bebo el zumo de naranja que me preparó. Termino de desayunar y ya tengo limpio el traje que me había manchado de vino anteayer en la cena. Me visto y me dispongo a marcharme al trabajo.
- ¿Encargo pizza para esta noche como todos los viernes?
- Sí, gracias, sabes que es uno de mis caprichos.
Llego al trabajo y me llaman por teléfono, es ella. Oigo la aspiradora de fondo, mientras me dice que han llegado las facturas del coche y de la PDA. Me comunica que las ha pagado y que quedan seis meses para pagar el coche. También me comenta que hay goteras y que va a avisar al fontanero. Antes de colgar me dice si como en casa o si reserva mesa en el restaurante “Carnetronic”.
- Haz la reserva, y pide que preparen paella para 5. Vienen algunos compañeros.
Después de la comida, vuelvo al despacho. Al salir del trabajo, cojo mi vehículo y me dirijo a casa.
- ¡Vaya! Justo ahora hay un atasco.
La culpa es de uno de esos coches clásicos que se tienen que conducir. Con lo fácil que es indicar el destino a los nuevos modelos. Llamo a SARAH y le pido que baje las persianas.
Dejo el coche en el garaje y SARAH ajusta la calefacción a la temperatura que mas me conviene. Me abre la puerta que comunica el garaje con la casa y me pone esa canción que tanto me gusta. La canturreo un poco mientras me cambio y cuando me siento en el sofá, me enciende la televisión. En la pantalla veo los últimos e-mails que he recibido y ella me sugiere ver la película del canal 89, ya que, como ella bien sabe, me encantan las películas futuristas.
Mientras veo la película, pone la mesa-carrito con la cena delante mía. Acabo de cenar, dejo los platos en la mesa-carrito y ella se encarga de lavarlos en el lavaplatos.
Me quedo dormido viendo la película, pero no pasa nada: sé que ella recordará en que parte de la película me quedé, y podré verla cuando me apetezca. Sube la temperatura para que no me coja el frío y recuesta el sofá para que pueda dormir cómodo.
Mañana será otro día, pero gracias a SARAH (Self Actuated Residential Automated Habitat) mi vida es mucho más cómoda. No podría vivir sin una casa inteligente.
I can't get no satisfaction.
'Cause I try and I try and I try and I try.
I can't get no, I can't get no..."
No hay nada mejor para empezar el día que tu música favorita sonando en el despertador.
- ¡No, por favor, las persianas no!
- Sabes que tienes que levantarte, tienes que ir a trabajar.
Me levanto a regañadientes y le pido a SARAH que no ponga muy fría el agua de la ducha y que hoy me apetece café con churros para desayunar.
- Acabo de revisarte la tensión y está un poco alta, así que mejor, un zumo con un poco de fruta.
Nunca gano cuando discuto con ella. Me pego una ducha rápida, como una manzana y me bebo el zumo de naranja que me preparó. Termino de desayunar y ya tengo limpio el traje que me había manchado de vino anteayer en la cena. Me visto y me dispongo a marcharme al trabajo.
- ¿Encargo pizza para esta noche como todos los viernes?
- Sí, gracias, sabes que es uno de mis caprichos.
Llego al trabajo y me llaman por teléfono, es ella. Oigo la aspiradora de fondo, mientras me dice que han llegado las facturas del coche y de la PDA. Me comunica que las ha pagado y que quedan seis meses para pagar el coche. También me comenta que hay goteras y que va a avisar al fontanero. Antes de colgar me dice si como en casa o si reserva mesa en el restaurante “Carnetronic”.
- Haz la reserva, y pide que preparen paella para 5. Vienen algunos compañeros.
Después de la comida, vuelvo al despacho. Al salir del trabajo, cojo mi vehículo y me dirijo a casa.
- ¡Vaya! Justo ahora hay un atasco.
La culpa es de uno de esos coches clásicos que se tienen que conducir. Con lo fácil que es indicar el destino a los nuevos modelos. Llamo a SARAH y le pido que baje las persianas.
Dejo el coche en el garaje y SARAH ajusta la calefacción a la temperatura que mas me conviene. Me abre la puerta que comunica el garaje con la casa y me pone esa canción que tanto me gusta. La canturreo un poco mientras me cambio y cuando me siento en el sofá, me enciende la televisión. En la pantalla veo los últimos e-mails que he recibido y ella me sugiere ver la película del canal 89, ya que, como ella bien sabe, me encantan las películas futuristas.
Mientras veo la película, pone la mesa-carrito con la cena delante mía. Acabo de cenar, dejo los platos en la mesa-carrito y ella se encarga de lavarlos en el lavaplatos.
Me quedo dormido viendo la película, pero no pasa nada: sé que ella recordará en que parte de la película me quedé, y podré verla cuando me apetezca. Sube la temperatura para que no me coja el frío y recuesta el sofá para que pueda dormir cómodo.
Mañana será otro día, pero gracias a SARAH (Self Actuated Residential Automated Habitat) mi vida es mucho más cómoda. No podría vivir sin una casa inteligente.
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